Antonio García Orejana señaló que la enseñanza concertada representa un tercio del total en nuestro país y más que un negocio económico, los conciertos educativos suponen, para las entidades religosas, un negocio ideológico que les permite seguir manteniendo su presencia en los diferentes ámbitos de nuestra sociedad.
García Orejana destacó como interesante la posibilidad de crear centros concertados laicos, pero sin reducir la calidad de la Enseñanza Pública que debería seguir siendo la primera opción en aras de una sociedad democrática, justa y formada en la equidad social.
